jueves, 24 de abril de 2014

En la casa del herrero - Leonardo Dolengiewich


Los cuchillos no eran de palo pero sí de plástico, de cotillón. Y no por dar la contra ni por seguir al pie de la letra el refrán, sino por la manía de uno de los niños, que ya había destripado un sapo, dos perros y a una tía abuela que había ido de visita.

Leonardo Dolengiewich

jueves, 10 de abril de 2014

SE BUSCAN RANAS, SAPOS, BATRACIOS...


Esta charca ha superado los 200 textos protagonizados por ranas, sapos y batracios llegados de muchos blogs amigos, encontrados por esos mundos literarios. Hasta Monterroso, además de dinosaurios, tiene una rana. 
¿Habremos llegado a llegar la charca? Yo creo, espero que no y pido vuestra colaboración. Seguro que más de uno tiene por ahí entre sus letras a un batracio que estará encantado de chapotear en estos lares. 
Además, pido disculpas si alguno se perdió por el camino, en el correo o en mi mala cabeza de estos últimos tiempos. Por favor, que vuelva a enviármelo. 

Os espero croando en : losjardinesdepuck@gmail.com

En todo caso, gracias a todos por haber dado vida a esta charca durante tanto tiempo y espero que nos siguamos croando. 

jueves, 3 de abril de 2014

Leyendas - Puck

Recupero esta entrada porque estoy feliz de que un cuento de ranas esté en "40 plumas y pico", el libro de 2013 de Esta Noche te cuento.

Ilustración de Petra Acero para Esta Noche te Cuento,
concurso en el que este micro fue seleccionado  

Descalza, la princesa se sienta en la orilla y chapotea con los pies en el agua. Tiene que encontrar una rana. Y no una cualquiera. Una perfecta. Ha desechado a todos los príncipes del reino y solo le queda confiar en las leyendas. No entiende dónde se esconden. Estira el cuello. Mira hacia un lado. Hacia otro. Afina el oído, pero no escucha nada. 
Mientras tanto, ocultas entre los juncos, las ranas esperan calladas a que la princesa se marche. En la charca también se cuentan historias. Hubo algunos batracios que se dejaron seducir por bellas damas y, tras un beso envenenado, desaparecieron para siempre convertidos en altivos caballeros que ya nunca volvieron a croar.

Puck
Los jardines de Puck